
Abuso sexual contra la diputada Mónica Sandova, en el operativo de Tepito
5 junio, 2025*** Denuncia pendiente contra el subsecretario Fadlala Akabani por “violencia política de género”
Con Tlatelolco / Ciudad de México.- El jueves 29 de mayo de 2025, la diputada federal, Mónica Sandoval Hernández, ingresó al predio de Peralvillo 75 —antigua Escuela Libre de Homeopatía— para documentar las condiciones del inmueble.
Acompañada de vecinos de Tepito, buscaba verificar si el espacio podía seguir operando como centro de salud y educación, ante planes del gobierno capitalino de convertirlo en albergue migrante.
Según su testimonio, entró pacíficamente cuando las autoridades abrieron la puerta, prometiendo diálogo . Minutos después, el lugar se transformó en una trampa violenta.
**La escalada de la barbarie**
Elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) iniciaron el desalojo con una brutalidad documentada en videos que circulan en redes sociales. Sandoval recibió:
– **Golpes en cráneo y costillas**:
Un diagnóstico médico preliminar confirmó “edematización en cráneo por golpes” y “contusión en arcos costales del lado derecho” .
– **Abuso sexual**:
Imágenes muestran a un policía masculino realizando tocamientos violentos en sus partes íntimas tras abofetearla, mientras otros agentes intentaban impedir las grabaciones.
– **Lesiones incapacitantes**:
Sufrió desgarre muscular femoral izquierdo que le impide caminar, requiriendo tomografía y placas para evaluar secuelas permanentes .
**La doble victimización: Negacionismo oficial**
El secretario de Gobierno, César Cravioto, desestimó las agresiones: “No hay un solo video donde se vea que haya sido golpeada. De hecho, ella corre, se le cae el celular”.
Esta versión choca con:
1. **Evidencia visual**:
Los videos muestran policías portando armas de fuego y herramientas metálicas.
2. **Peritajes médicos**:
Los exámenes confirman contusiones severas y daño muscular.
3. **Robo de evidencias**:
Sandoval denunció que su teléfono fue sustraído durante la golpiza para borrar pruebas .

**Contexto de persecución política**
La agresión no es un hecho aislado:
– **Hostigamiento previo**:
Sandoval tenía una denuncia pendiente contra el subsecretario Fadlala Akabani por “violencia política de género”, tras impedirle hablar en una asamblea sobre feminicidios en Tlatelolco.
La Fiscalía de la Ciudad de México archivó el caso por “falta de avances”.
– **Criminalización**:
El Gobierno de la CDMX presentó una denuncia penal contra ella por “intento de despojo”, acusándola de liderar una “invasión violenta” con “grupos de choque”.
– **Discursos estigmatizantes**:
Cravioto tachó de “discriminatorio” el rechazo al albergue y vinculó a los manifestantes con “ocupaciones ilegales”.
**Las batallas pendientes**
Este viernes 7 de junio, Sandoval ampliará su denuncia ante la Fiscalía capitalina, incluyendo delitos de:
– Tentativa de feminicidio
– Abuso sexual
– Violencia política por género
– Robo con violencia
– Violación al fuero constitucional.
La diputada responsabiliza directamente a Cravioto y exige que la Jefa de Gobierno, Clara Brugada, y la Presidenta Sheinbaum intervengan: “Ellas no pueden encubrir a un violentador”.
**Conclusión: La impunidad como cómplice**
La golpiza contra Sandoval expone un patrón de violencia institucional: cuerpos de seguridad convertidos en brazo ejecutor de represalias políticas, narrativas oficiales que revictimizan, y fiscales que protegen agresores al ritmo del poder.
La omisión de Sheinbaum —quien impulsó una “Cartilla de Derechos para Mujeres”— y el silencio de Brugada ante estos hechos, desnudan la hipocresía de un gobierno que instrumentaliza el feminismo mientras quema a sus disidentes.
La crónica de Peralvillo 75 es ya un expediente abierto sobre cómo el Estado mexicano castiga a las mujeres que osan desafiar su autoridad.
